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Mejores cervezas del mes: Febrero’13.



Hoy damos por cerrado un febrero en el que a nivel personal hemos rebasado, por cantidad y por calidad, con mucho lo que esperaba de un mes habitualmente tranquilito. Por un lado la escapada por Madrid, y por otro dos quedadas, una express con el amigo Txema y otra más dilatada con los amigos de Biirkonnen así como con el ultramaratoniano (también en lo cervecero) Jose María, nos han obligado a hacer grandes esfuerzos para meter tantas cervezas en una sección que suele ostentar cuatro o cinco referencias como mucho. Pero sin duda alguna todas y cada una de las que salen merecen sobradamente un aplauso por la maestría de quienes están detrás.


Dos de las más gratas sorpresas de este febrero sin duda alguna son las últimas creaciones de la navarra Naparbier: SAI y Pumpkin Tzar. La primera, cuyo nombre significa buitre en euskera, es una saison hecha con cáscara de naranja, limón y lima, rematado con un Dry-Hopping de lúpulo Citra. Algo que sobre el papel podría llegar a ser un batiburrillo un tanto atrevido pero que la levadura francesa que han utilizado redondea maravillosamente aportando ese toque terroso y tan característico de las saison a un conjunto en el que lógicamente destacan las notas cítricas a limón, pomelo, naranja, además de pan y una deliciosa textura sedosa. Una cerveza maravillosamente refrescante y bien ejecutada sin un solo pero… bueno, que se acabe ;).



Si la SAI es un maravilloso ejercicio de equilibrio la Pumpkin Tzar lo es aún más, por difícil que parezca. Saber de antemano que estamos ante una imperial stout elaborada con calabaza asada, chiles habaneros y un paso por barrica puede asustar a más de uno. Pero sabiendo que es un homenaje a tres grandes tipos como Manolo (Freiburg), Sven (Drunk Monk) y Robert Merryman (Shelton Bros.) da para pensar que no puede salir cualquier cosa de ahí dentro. De hecho, y cómo decía, lo mejor de esta cerveza es que ni la calabaza empalaga ni cansa como sería de suponer, la madera redondea a todo un conjunto en el que destacan las notas torrefactas, el chocolate y notas ligeramente ahumadas, y el chile da el punto de gracia final sin molestar pero sin el cual no se entendería todo lo demás. En mi opinión se trata de una de esas cervezas que marcan un antes y un después ya no solo en esta cervecería, sino a nivel de todo el panorama microcervecero local. Enhorabuena Napar, os habéis salido.



Tras estas dos joyas la verdad es que es complicado comentar una cerveza que no salga excesivamente maltrecha por las comparaciones. Pero si hay un seguro de vida ese es Bélgica y concretamente ésta elaboración, un detalle de Jota y Aine de Biirkonnen traído directamente desde Amberes y que nos enamoró a todos perdidamente. Hablo de la Duvel Tripel Hop 2012, una cerveza que se elabora siempre con la misma base de lúpulos Saaz, Styrian Golding y Amarillo, y a ésta base se le añade un lúpulo distinto cada año, siendo esta vez Citra. Cómo si a ese auténtico referente dorado que es la Duvel, le añadiésemos un sinfín de notas de lúpulo verdaderamente fresco, herbal y cítrico, y algo resinoso también. De esas copas que te puedes tirar 2 horas oliéndola antes de dar el primer trago. Un 10. Por cierto, absolutamente nada que ver con su hermana pequeña de 33cl.



En la misma velada que la anterior pero tras disfrutar de una carbonade flamenca, detalle también de los cocinillas Biirkonnen, probamos varias candidatas al podio, pero si hay alguna que por curiosa al tiempo que por maestría lo merece, esa es la Toccalmatto Gran Cru. Su etiqueta da bastantes pistas de lo que puede llegar a dar de sí, pero unos servidores la tomaron sin prestarle demasiada atención. Cual fue la sorpresa de toda la mesa cuando tras un primer golpe en el que destacaban las notas provenientes de la levadura (ésteres afrutados, pan, bollería…) nos llegó un toque a fresa, y más concretamente a yogur de fresa, que ya no abandonaría el paladar hasta terminar con la botella… Si la etiqueta no nos engaña, conseguir que una cerveza sin nada de fruta añadida y ningún fermento láctico lo muestre tan claramente, sin duda se merece toda mi admiración.



Además de las cuatro anteriores, cómo ya os contamos, Madrid dio mucho de sí, y allí pudimos probar algunas cervezas que aunque ya las citamos merecen su butaca de honor aunque sea de una forma más concisa por tratarse de auténticos cervezones.

- La Pirata Black Block - Un petróleo de los buenos, rebosante de chocolate amargo y textura sedosa. De esas cervezas que apetece tomar pausadamente para disfrutar de todos sus matices, razón por la cual no dudé (al igual que la siguiente) en comprar otra botella para tomar en casa. Otro ejemplo, junto con Napar, Dougall’s y algunas más, de que estamos empezando a hacer muy buenas cervezas en el panorama local.


- Dougall’s Haití - Una rica stout, cremosa, torrefacta y un punto dulce, pero equilibrada como todas sus demás elaboraciones.

- LoverBeer Madamin (barril) y Alvinne Undressed Monbazillac. Se trata de dos maravillosas revelaciones ácidas de menos de 6 y 7 grados de alcohol respectivamente. Si no te gustan las sour ales, oud bruins, espontáneas o cómo quieras llamarlas (de todo menos “vinagres”, por favor…), más vale que te vayas haciendo a ellas porqué no sabes todas las joyas que te estás perdiendo.

- The Bruery White Oak – Una barleywine resultado de un blend 50:50 entre cerveza con y sin añejar en barrica de bourbon. Carácter muy marcado por el paso por madera, textura sedosa, calidez importante, acaramelada, confituras… Una de esas cervezas para tomar a sorbos minúsculos y paladearla infinitamente.


- Toccalmatto Italian Strong Ale - Otra barley wine envejecida, en este caso en barrica de roble que en su día contuvo Grappa (un aguardiente de uva). Mucha fruta madura, confituras, pasas, caramelo, calidez… lo esperable en una cerveza del estilo pero redondeado magistralmente.

- Gouden Arend 125 Anniversary – Esta deliciosa triple gana muchos enteros para convertirse en una de mis cervezas belgas del año. Fue la penúltima de una tarde-noche-madrugada intensísima y aún así pudo hacer frente a todo lo anterior llevándonos a extremos de placer casi infinitos.

- Beer Here Kremlin Crude – Ya he mencionado un par de “petróleos” más arriba, pero esta barbaridad torrefacta incorpora magistralmente el ahumado entre sus elementos, consiguiendo un trago casi místico. Lo peor, que no me llevé una botella a casa.


Y esto es todo, que no es poco: 12 cervezas, entre las cuales cuatro artesanas locales (esto es noticia), tres italianas, tres belgas, una estadounidense y una danesa. A falta de algunos países más clásicos, hemos dado un buen repaso a la geografía cervecera. Veremos qué nos depara el marzo, pero seguro que el BBF tendrá mucho que decir.

Curiosidades de las etiquetas navideñas (2012).



El título no da pie a muchas conjeturas, lo sé. Evidentemente, y siguiendo con la programación especial por las fiestas navideñas ya cercanas, hoy toca post de etiquetas de cerveza. Y es que si de normal no suelen faltar a su cita mensual, cuando hablamos de las etiquetas propias de invierno o navidad menos aún, ya que son quizás las que más admiro y más tiempo de búsqueda les dedico en mi colección.

Podría haber publicado un desfile como hacemos otras veces pero entre que muchas ya las conocéis y que para desfiles ya están el resto de posts del año, esta vez me he estrujado las neuronas un punto más de lo habitual (tampoco mucho…) para contaros algunas curiosidades que rodean a este maravilloso mundo de las cervezas navideñas.


Empezamos con la De Struise Tsjeeses, una de las belgas de navidad que más veces ha estado galardonada en el Kerstbierfestival junto con Stille Nacht de De Dolle. Hasta aquí creo que nada de nuevo. Lo que quizás no conozcáis es que en USA, debido a cuestiones legales (ya sabéis lo especiales que son los yanquis para según qué cosas) les obligaron a cambiar la etiqueta ya que por lo visto el humo que aparece en la etiqueta daba la impresión de que ese fake de Jesucristo estaba fumando marihuana. Así que ni cortos ni perezosos, la gente de Struise decidió añadir unas simples gafas de sol para acallar la polémica. Abajo tenéis la evolución de la etiqueta. Un 10 para De Struise.



Si lo anterior os parecía curioso, lo siguiente es de juzgado de guardia, pero además literalmente. Y es que la cervecera británica Ridgeway, conocida por sus etiquetas divertidas (bajo mi humilde opinión la mayoría de ellas son geniales), tuvo otra pugna similar en 2006. En este caso las autoridades de los estados de Nueva York y de Maine prohibieron la etiqueta de la Ridgeway Santa’s Butt porque por lo visto atraía a los menores de edad fomentando en ellos su iniciación al mundo de la ebriedad. Creo que sobra cualquier tipo de comentario al respecto, pero por suerte, meses después, las autoridades terminaron retrocediendo con el rabo entre las piernas y la terminaron aceptando. Pero la cosa no queda ahí y hay quienes quisieron ver algún tipo de guiño con una cerveza que su conocido importador, Shelton Brothers, sacó en 2010 elaborada en la misma cervecera, esta vez llamada Pickled Santa(“Santa en vinagre”). La verdad que no me negareis que alguna relación si parece tener…


Arriba la Santa’s Butt. Abajo una elaboración algo más "agria"…



Para los que aún estéis ojipláticos por la noticia anterior, vamos con una cerveza más de concordia con otro Santa Claus de por medio. Hablo de la Merry Chris Mouss de la Brasserie Entre Deux Mondes. En la etiqueta vemos el divertido juego de palabras entre los términos ingleses Christmas (navidad) y Moose (alce). En cuanto a la concordia o más bien fraternidad, si os va la vexilología (las banderas, vamos) y os fijáis en los brazos de los dos colegas, habréis adivinado el por qué del nombre de la Brasserie. Bueno, os lo cuento igualmente… ;). Pues cómo bien reza el nombre, tanto el nombre de la cervecera como las banderas hacen referencia a la fraternidad francófona existente entre Francia y el Québec canadiense. En cuanto a la cerveza, es una interesante blonde de 6,8% elaborada con jengibre, nuez moscada y enebro.



Volviendo a los Estados Unidos, abajo os dejo un cambio de etiqueta sencillo pero gracioso. Hablo de la californiana Port Brewing Santa’s Little Helper. Abajo tenéis la edición inicial de esta conocida imperial stout y la versión añejada en Bourbon. Fijaros bien en los numerosos detalles ya que el contenido de la botella no es lo único que ha cambiado para regocijo de coleccionistas… ;)




Damos un nuevo salto hasta Bélgica para detenernos con una cerveza cuyo diseño me cautivó hace ya unos cuantos años. Hablo de la Bocq Regal Christmas, la cual demuestra por qué hay tantos seguidores de las cervezas belgas y de sus etiquetas. No me negareis que el recién nacido entrando en el pesebre destrozando las paredes con esa especie de kart “tuneado” no es una pasada…



Volviendo con las inglesas, por si no habíais tenido suficiente con la Santa’s Butt de Ridgeway, más humor brittish: Skinner’s Jingle Knocker, un exibicionista con un "grifo" muy particular…



Y ahora volamos hasta el norte de Europa, concretamente a Dinamarca. Y es que Beer Here, cervecera cuyas elaboraciones rayan casi siempre a un nivel altísimo, posee unas etiquetas muy trabajadas. Referentes a ésta época tenemos Beer Here Jule IPA, en la cual usan lúpulos Columbus y Hallertau, además de incorporar corteza de naranja Curaçao. En la segunda,  Beer Here Vinter IPA, hacen un blend entre la citada Jule IPA y su Black Cat, una black IPA.


Arriba, no perdáis detalle de los ojitos de los ciervos. Abajo el "pobre" muñeco de la Vinter.



Para ir terminando, y cómo seguro que hay algún nostálgico de la navidad más clásica, aquí van dos joyitas muy coloridas. La primera, una estadounidense, Deschutes Brewery Jubelale, una old ale de 6,7% que bebe de las tradiciones inglesas más profundas. La segunda, Weyerbacher Winter Ale, también con unos sorprendentemente bajos (para lo que suele ser habitual) 5,6% de alcohol.


 


Y para cerrar el post, os paso la palabra con la siguiente pregunta: ¿qué os parece el cambio de imagen sufrido por la St. Feuillien Cuvée de Nöel? Abajo tenéis la comparativa de varias etiquetas hasta la actualidad.





Y con este post damos por cerrada la sección de las etiquetas por este año. Espero que las hayáis disfrutado tanto como yo y que sin duda os haya quedado claro que un buen contenido no tiene porque ir reñido con una buena imagen. ¡Felices fiestas!